Es una evidencia que hoy en día, la lucha contra el cambio climático esta cobrando cada vez más importancia. Muchos son los países e instituciones que están intentando reducir sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera para frenar las consecuencias del calentamiento global.
Si investigamos sobre este tema, pronto nos daremos cuenta que uno de los principales contribuyentes a las emisiones de CO2 es la edificación, por encima de otros sectores que, según la creencia popular, pudieran tener más peso. Así pues, la pregunta que os formulamos es la siguiente... ¿Contaminan los edificios?
La respuesta a esta pregunta es breve. Sí. Indirectamente, por supuesto, pero sí. Eso nos lleva a plantearnos otra cuestión: ¿Cómo contamina un edificio?
Cuando nos hablan de edificios que contaminan, rápidamente nuestra mente se imagina una fábrica industrial de altos hornos y chimeneas humeantes que vierten y vierten cantidades incontables de gases a la atmósfera. Pues bien, es cierto que esos edificios contribuyen de manera indiscutible a la contaminación, pero pensemos en el porcentaje que representan estas construcciones en el cómputo total de edificios existentes. La mayoría son edificios residenciales, y es en ellos donde tiene su origen la mayor parte de las emisiones de CO2. En un informe elaborado por Green Building Council España (GBCe), a partir de la Agenda de la Unión Europea para la edificación sostenible, podemos leer lo siguiente:
"España inició el año 2020 con 26 millones de viviendas ocupando 977 millones de m2 construidos y otros 679 millones de m2 construidos no residenciales, responsables del 40% de las emisiones de CO2 y del 30% del consumo energético; y con la obligación de reducir sus emisiones en un 55% y su consumo energético un 40% para 2030. El sector al completo debe transitar muy rápidamente hacia otro modelo muy distinto del llevado a la práctica en el periodo 1990-2010"
He aquí la respuesta a cómo puede contaminar edificio de viviendas, ya sea residencial o de cualquier otro uso; Consumiendo energía, especialmente, energía eléctrica. El problema no reside en los edificios como tal, sino en los centros de producción de energía que los alimentan. En ellos, la energía se genera mediante combustibles fósiles; carbón, petróleo, o gas natural. Para hacernos una idea de la magnitud del problema, las edificaciones en la Unión Europea consumen alrededor del 40% de la energía generada en esos centros de producción, dato que podemos comprobar en muchos artículos científicos referidos a este tema. Y como hemos comentado al principio, supera a otros sectores como la industria (26%) y el transporte (33%), los cuales se esfuerzan por reducir cada vez más esas emisiones. La edificación, por su parte, lo hace a un ritmo menor.
Pero, ¿a qué se debe ese consumo tan alto de energía eléctrica en los edificios? El principal causante de estas emisiones de CO2 en las viviendas son los sistemas de "climatización" (refrigeración y calefacción). Muchos de nuestros edificios carecen de una calidad energética adecuada, lo que provoca que en verano tengamos los aires acondicionados funcionando sin descanso, y hagamos lo mismo con la calefacción en invierno. Este es el principal motivo que dispara el consumo energético en las viviendas.
Muchas son las fachadas que vemos repletas de máquinas de aire acondicionado. Esa necesidad de usar equipos de climatización para conseguir unas condiciones aceptables de confort, se debe al gran número de viviendas realizadas en épocas de "boom" inmobiliario, donde el principal objetivo era la especulación (construcción de muchísimos metros cuadrados empleando muy poco capital económico) o bien, la rapidez de ejecución por una alta demanda (a veces ambas a la vez), lo que provoca bajas calidades, diseños muy mejorables debido a la falta de maduración y que finalmente, los usuarios tengan que recurrir a sistemas adicionales de climatización en lugares donde, con un buen diseño, no serían tan necesarios. Pero este tema lo abordaremos más a fondo en otra ocasión.
Es por ello que la Unión Europea puso en marcha varias medidas para mejorar la calidad energética de los edificios, con objeto de reducir ese consumo energético y, por tanto, su contribución al cambio climático. Unas de estas medidas fueron las Directivas Energy Performance of Buildings Directive (EPDB en adelante). Son directrices en las que se promueven técnicas para mejorar la calidad energética de las construcciones. La UE aprobó el 30 de mayo de 2018 la última de ellas, la 2018/844, por la que se modifican las anteriores 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, y la 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética.
En estas directivas se basan las diferentes normativas nacionales en cuanto a la eficiencia energética de los edificios. En el caso de España, el Documento Básico HE (ahorro de energía), del Código Técnico de la Edificación, es el resultado de la aplicación de estas directrices. Su última modificación se produjo en diciembre de 2019, coincidiendo con la publicación de la última directiva EPBD (2018/844). Sin embargo, a pesar de que las normativas se van mejorando y completando con el paso de los años, aún queda camino por andar, y a buen seguro se producirán más modificaciones para reducir este impacto ambiental de los edificios.
Como arquitectos, hoy en día tenemos la tarea de divulgar y concienciar a nuestros clientes sobre las ventajas de las construcciones energéticamente eficientes. No sólo benefician a nuestro planeta, sino que brindan a sus usuarios unas calidades de confort que no son comparables ni están al alcance de las que ofrece la arquitectura que se ha hecho estos años atrás. Y aunque ahora el diseño los edificios se controla mucho más con la normativa actual, aunque está en el buen camino, aún se queda corta.
Hay otras opciones para realizar arquitectura más eficiente, como el caso de los criterios del Passivhaus, cuya aplicación ya ha dado a luz edificios de consumo casi nulo y con unas características que hacen que sus usuarios se deshagan en elogios hacia ellos. ¿Cómo? Eso lo veremos más adelante.
Referencias
Informe Agenda Europea para Edificación Sostenible - https://gbce.es/documentos/Agenda-de-la-UE-para-la-edificacion-sostenible.pdf
Directiva 2018/844 - https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32018L0844&from=ES