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La climatización en la arquitectura tradicional

En el anterior post, explicamos el motivo por el que los edificios contribuyen en gran medida al cambio climático. Concluimos que se debe al enorme consumo eléctrico en nuestro día a día. Si no has leído esa entrada, te dejo un enlace para que lo hagas antes de hacer lo propio con ésta;

“¿Por qué nos basamos en la iluminación artificial cuando se pueden proyectar edificios llenos de luz natural? ¿Por qué se sigue dependiendo tanto de sistemas de aire acondicionado que derrochan energía en lugares en los que bastaría con abrir una ventana?”


Ésta frase la enunció Norman Foster en el año 2003, en su conferencia "Architecture and sostenibility". Podemos ver un extracto en un artículo, muy recomendado, del número 31 de la revista Tectónica (enlace). Básicamente, es una reflexión que nos demuestra que hemos ido perdiendo la capacidad de hacer frente al clima y lograr unas condiciones de confort en nuestros hogares con la propia arquitectura a lo largo de los años. En lugar de eso, tenemos que recurrir a los sistemas de climatización modernos. Pero entonces, en los tiempos en los que no existían estos sistemas... ¿Cómo se conseguía que no nos derritiéramos en las casas en verano, o que en invierno no nos congeláramos en su interior?


En la antigüedad, cuando aún no existía el urbanismo tal y como lo conocemos, el control de construcción de viviendas y el crecimiento de las ciudades no iba más allá de unas indicaciones, promulgadas en la época de Alfonso X, que regulaban las formas de las villas en función del terreno donde se asentaban, la mayoría en base a criterios de realización de campamentos militares. Pero estas normas, a diferencia de las ordenanzas municipales de hoy día, no especificaban cómo debían ser esas viviendas, si no que se hacían según las costumbres heredadas en cada región (la famosa frase "porque siempre se había hecho así"). A medida que avanzaban los años, mejoraban las condiciones de vida de las personas y aumentaba la población, cada vez era más alta la demanda de viviendas y el auge del negocio inmobiliario, por lo que se dejaron de lado estas reglas tradicionales en favor de la construcción "en masa", para satisfacer esta creciente necesidad.


¿Qué reglas son esas, que hacen que una vivienda andaluza tradicional, por ejemplo, funcione mejor en términos de eficiencia que un bloque de viviendas modernas? Conceptos como la orientación del edificio, o en su defecto, la inserción en un tejido urbano adecuado, la ventilación de las estancias, el aprovechamiento de la luz, la distribución interior, el empleo de patios, los materiales, o el método constructivo, son algunas de ellas. Todas estas características constituyen un modelo, un "tipo" de vivienda en base a la localización y el clima donde se edifica. Por eso las viviendas de Andalucía son distintas a las que podemos encontrar, por ejemplo, en Burgos, en León, o cualquier ciudad del norte de España... sencillamente, una vivienda andaluza no funciona allí, no están adaptadas al clima del norte, si no al del sur.


Aquí tenéis una imagen donde se resumen todos estos principios (hacer dibujito, buscar ejemplos y referencias de arquitectura tradicional). Se ha elegido una vivienda andaluza tradicional, cuyos rasgos son en gran parte heredados de la cultura árabe.

  • Forma, orientación y entorno (1). Las viviendas andaluzas suelen ser alargadas, cuando están aisladas se orientan de este a oeste, para reducir el tiempo de impacto del sol en las fachadas este y oeste (mas difíciles de proteger por la inclinación del sol), y protegiendo la fachada sur con voladizos, porches... de las horas de sol más severas. Así, las estancias quedan protegidas del sol. Cuando los edificios se insertan en un entorno urbano y no se puede ajustar su orientación, casi siempre se originan calles no demasiado anchas o con vegetación para conseguir sombra.

  • Distribución interior. Casi siempre, las estancias de entrada a la vivienda tienen un zaguán que funciona como "esclusa" entre la calle y el ambiente interior. Dicho zaguán da acceso al patio interior, en torno al cual se organiza la vivienda y por el que se regula la temperatura interior y permite la ventilación cruzada de las estancias entre la calle y el patio.

  • Patios con vegetación y fuentes (2). Generalmente los patios se protegían con vegetación (naranjos, limoneros, parras, etc.) o bien, se dotaban de fuentes con agua que ayudaban a refrescar el ambiente. A él se abrían las estancias para permitir la circulación del aire, lo que regulaba la temperatura interior. Con un patio en la vivienda se puede reducir el efecto del calor, ya que actúa como bolsa de aire frío y permite la evacuación al exterior del aire caliente y viciado de las estancias.

  • Materiales y revestimientos blancos (3). El color blanco característico de los pueblos andaluces se debe al encalamiento de las paredes. Hay varios motivos que justifican el empleo de la cal; Entre otras muchas ventajas, se empleaba por sus propiedades bactericidas, con lo cual se protegía a los usuarios de contraer enfermedades; porque otorga un blanco inmaculado a los paramentos, lo que hace que se refleje más la luz del sol y se evita que el calor pase al interior; porque permite el intercambio de vapor de agua de los muros con la atmósfera, lo que evita humedades... Tampoco tiene compuestos químicos y es un material de origen y fácil de obtener. En definitiva, un verdadero material sostenible.

  • Huecos pequeños y persianas (4). Los huecos solían ser reducidos, y estaban protegidos o bien por un voladizo o en su defecto, por unas persianas o contraventanas, que permitían regular la entrada de luz solar a la estancia.

  • Paredes gruesas de tierra (5). Los gruesos muros de tierra compactada (o tapial como se conoce en la jerga habitual), tardaban en permitir que la energía térmica por la incidencia solar pasara al interior. Por la noche, con el calor acumulado del día, se producía el efecto contrario, el calor del interior tardaba en disiparse. Esta propiedad de los muros, llamada "inercia térmica", propiciaba que la variación de temperatura en el interior de la vivienda fuera prácticamente inexistente.

Podemos con este ejemplo concluir que todo lo que "se ha hecho siempre así", tiene unos fundamentos y una razón de ser. Y este ejemplo es concreto para Andalucía. Según cada región del planeta o distintos climas, la arquitectura varía para adaptarse a las condiciones del ambiente. Es por eso que no todos los edificios funcionan energéticamente bien en cualquier entornos. Entonces... ¿Qué edificios modernos son ejemplos de un buen diseño energético? Pues esa pregunta la resolveremos en el siguiente post.


Feliz semana.


Referencias

Norman Foster, 2003. Arquitectura y sostenibilidad. TECTÓNICA 31. energía (II) instalaciones. Prólogo. Disponible en: http://www.tectonica.es/arquitectura/energia/instalaciones/arquitectura_sostenible.html


María Isabel Navarro Segura, 2006. Las fundaciones de ciudades y el pensamiento urbanístico hispano en la era del Dercubrimiento. Departamento de Historia del Arte.

Universidad de La Laguna. Scripta Nova. REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES. Universidad de Barcelona. Disponible en: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-218-43.htm


Marta Beatriz Silva, año desconocido. La vivienda a patios de origen hispánico y su difusión en Iberoamérica. Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Disponible en: https://www.upo.es/depa/webdhuma/areas/arte/actas/3cibi/documentos/071f.pdf


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