La Inspección Técnica de Edificios (o ITE), es un proceso por el cual los edificios de más de 50 años de antigüedad son revisados y, de ser necesario, intervenidos, para asegurar la seguridad y la habitabilidad de las personas que residen o trabajan en ellos. Esta inspección está regulada por Real Decreto-ley 8/2011 de 1 de julio y por las distintas Ordenanzas Municipales, que según el Ayuntamiento, varían de un municipio a otro. 

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Principalmente, se someten a este estudio los edificios residenciales, teniendo esta inspección un carácter periódico para asegurar el buen estado de los mismos, así como obligatorio, ya que de no ser promovida por la propiedad del inmueble (particular o comunidad de propietarios), le será impuesto un plazo para su realización. De no hacerla, las sanciones económicas pueden ser bastante elevadas, ya que como es lógico, las consecuencias de un mal estado pueden llegar a ser muy graves.